Camino hacia Astorga 05 Julio
Al amanecer, de nuevo en marcha, un buen desayuno y la preparación de la mochila para la salida hacia un nuevo día. En las piernas los kilómetros de ayer se notan.
Al igual que ayer, hoy el camino continua paralelo al asfalto y a los ruidos, aunque paradójicamente eso ayuda a progresar por este interminable y monótono páramo.
Como a una hora de camino ( 4,5 km ) nos encontramos con San Martin del Camino. El refugio ( 987378551) se encuentra junto a la carretera en un edificio de planta baja. Pasamos sin mas por el pueblo. Comienza de nuevo el horizonte interminable de las llanuras castellano leonesas.
A poco menos de 2 kilómetros, rodeo una finca ganadera. Llegado a media jornada de camino se empieza a animar este tedioso argumento junto a la nacional. Se trata de uno de los puentes más famosos del Camino, el hermoso vado de piedra sobre el río Órbego , en una zona de praderas y arbolado, apetecible después de tanto páramo agostado. Que mejor sitio para un apetecible descanso y reponer fuerzas con un almuerzo, en el supermercado y en la panadería próxima dispongo de lo necesario para ello, y que mejor sitio sentado en una de las piedras de este puente, con su maravillosa vista y a la sombra de su arbolado.
Estamos en Puente y Hospital de Órbigo, dos poblaciones en una que deben su nombre y existencia al célebre puente de origen romano. El suceso histórico que le dio fama ocurrió en 1434, año jubilar, desde 15 días antes hasta 15 después de la festividad de Santiago ( 25 de Julio ). El caballero Leonés Don Suero de Quiñones, dispuso de un torneo en el que retaría a todo caballero que transitara por la ruta a romper tres lanzas contra él y nueve ayudantes. La excusa : una obligación de amor hecha a cierta señora por la que se comprometía todos los jueves a ponerse una argolla de hierro en torno al cuello y de la que quería librarse. Durante un mes, Don Suero y sus mantenedores guerrearon con quien se ponía a su alcance. Cumplida la brarruconería, en la que sólo murió un caballero catalán a quien en un desliz le entró la lanza por el ojo, peregrinaron todos a Santiago, donde Don Suero donó al apóstol un brazalete de oro de la desconocida dama.
A unos 800 metros hacia el camping, hay un albergue municipal ( 987388250) , y otro en la parroquia ( 987388444).
Los montes de León quedan a un suspiro, detrás está el bierzo ; después, Galicia.
Nada mas cruzar por el puente, me encuentro con el Hospital de los Caballeros Hospitalarios de San Juan. A la salida del pueblo nos encontramos con dos posibilidades hasta Astorga: Por carretera 16 km . Por camino señalizado, 17 km. La verdad prefiero la segunda, por fin se deja la nacional 120 . A tan solo 2,2 kilómetros nos encontramos en Villares de Órbigo, tras pasar los lavaderos comunales, una carretera y un canal, empieza una senda peatonal de un Kilómetro.
Pronto llego a Santibañez de Valdeiglesias, un pueblo pequeño donde también hay un refugio parroquial ( 987377698 ) en la antigua casa del cura.
Se sigue por una pista de tierra que se va a convertir al coronar una loma en un sendero que atraviesa un agradable bosque de robles. La presencia del Teleno y los montes de León precipitan el fin de la llanura. La pista desemboca en un alto, presidido por el Crucero de Santo Toribio, desde donde ya se ve la catedral de Astorga. Queda unos 4 kilometros , menos de una hora. Desde lo Alto de Santo Toribio, cuyo crucero domina la llanura astorgana, se baja por una pista de tierra donde nos encontramos con San Justo de la Vega,
otro pueblecito justo antes de atravesar el rio Tuerto y en tan solo 1,5 km se atraviesa un puente romano y enseguida tras pasar por las vías del ferrocarril, estamos en
Asturica Augusta.
Este importante centro astur y romano, eje de comunicaciones y capital de la maragatería, tuvo una sólida vinculación al Camino, como lo demuestra la existencia de hasta 25 hospitales en su perímetro. En la Edad Media se creó una nueva figura, el veedor, encargado de visitar al anochecer todos los establecimientos para que los pobres y los viajeros no repitiesen cada jornada en uno diferente y no permaneciesen meses en la ciudad de gratis. Los peregrinos cruzaban la puerta del Sol y seguían, como ahora, por las calles de San Francisco (antigua rúa donde se asentaban los comerciantes francos y judíos ) Pio Gullón y San Crespo , para acceder al núcleo monumental de la urbe.
En un palmo de terreno se concentran el palacio episcopal, encargado a Gaudí tras el incendio que en 1866 acabó con la antigua residencia del prelado astorgano y que ahora alberga el Museo de los Caminos, los restos de las murallas y la catedral de Santa Maria, que tardó 300 años en concluirse y cuyas torres son lo primero que ven los peregrinos.
En la plaza de San Francisco nos encontramos con el refugio antiguo ( 987602870) y en la plaza de los Marqueses está el de nueva construcción, con 218 camas, mas amplio que se abre cuando se llena el anterior. Tras inscribirme y una mas que apetecible ducha. Dejo la mochila en el catre( nunca tuve problemas con los amigos de lo ajeno ) y salgo con lo indispensable para recorrer la ciudad y buscar algún sitio para comer. En el entorno a la plaza Mayor y la calle de San Francisco hay varias opciones. El cocido maragato, el plato más típico de la zona.
Un día mas las piernas pesan, y se descansa al quitarse las botas, pero el entusiasmo de la llegada al fin de la etapa, nuevas gentes ,nuevos lugares, reencuentro con anteriores peregrinos. Estoy en plena dieta espiritual.
" Dios Ayuda y Santiago "
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